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TECNOPATÍAS PSICOLóGICAS y SOCIALES

Existen hábitos de conducta aparentemente inofensivos que, en determinadas circunstancias, pueden convertirse en adictivos e interferir gravemente en la vida cotidiana de las personas afectadas, a nivel psicológico o social.

El problema principal no son las nuevas tecnologías, sino el uso patológico de las mismas, que puede materializarse en adicción y otros problemas psicológicos:

 

1. Sindrome de la vibracion fantasma

 

Este concepto fue propuesto por primera vez por un grupo de neurólogos de la Universidad de Maryland en 2012. Jack Tsao, director del estudio, sostiene que el cerebro interpreta las señales del móvil como partes del cuerpo y que, por este motivo, las "llamadas o vibraciones fantasmas" serían percibidas aún en ausencia del teléfono. Una sensación que ha llegado a ser comparada con el dolor o picazón que sienten las personas que han perdido alguna de sus extremidades, precisamente, en la zona del miembro ausente.

Más que un síndrome es una alucinación que se produce por efecto de nuestra ansiedad, de ahí que también se conozca como RINGXIETY (ring/ timbre + anxiety/ ansiedad) o VIBRANXIETY. 

Ante un estímulo potencial, nuestro cerebro responde de cuatro formas diferentes: hay estímulo y decide que lo hay (procesa y elabora una respuesta); hay estímulo y decide que no lo hay (lo ignora); no hay estímulo y decide que no lo hay (no percibe el estímulo), y no hay estímulo pero decide que sí lo hay. Este último caso sería el correspondiente a la alucinación de la vibración fantasma. Cuando se produce una llamada fantasma, el córtex cerebral se activa ante un estímulo con una frecuencia similar a la del aviso de mensaje o llamada. 

Este síndrome es frecuente entre individuos con elevada "ansiedad de apego" o con inseguridad en las relaciones interpersonales. Por contra, quienes mantienen una distancia psicológica normal con otras personas son menos propensos a vivir experiencias de mensajes o llamadas falsas.

El investigador Tom Stafford de la Universidad de Sheffield en un artículo para la BBC, asegura que “la vibración fantasma es una reacción natural del cerebro, que prefiere un falso aviso a la posibilidad de perder una llamada importante”.

2. Nomofobia

El término proviene del anglicismo “nomophobia” (“no-mobile-phone-phobia”). Los estudios sobre este fenómeno se iniciaron en 2011 en Reino Unido, con una investigación realizada por la Oficina de Correos de Reino Unido y el Instituto Demoscópico YouGo. El estudio contó con 2.163 sujetos y los datos revelaron que el 53% de los usuarios de teléfonos móviles en el Reino Unido sienten ansiedad cuando se agota la batería de su teléfono móvil, lo pierden o se quedan sin cobertura. El estudio también reveló que el 58% de los hombres y el 48% de las mujeres sufren este trastorno. Además, el 55% de los participantes manifestó “sentirse aislado” cuando no disponían del móvil, a pesar de tener a su alcance otros  medios de comunicación. 

La nomofobia es la dependencia psicológica del dispositivo móvil y el miedo irracional a estar sin este. Se produce una infundada sensación de incomunicación en el usuario al haber dejado olvidado el móvil en casa, porque se haya agotado su batería, esté fuera de cobertura o simplemente ilocalizable. No se aplica únicamente a los usuarios de smartphones, si bien es cierto que los antiguos teléfonos móviles no generan  tanta dependencia al no ofrecer posibilidad de navegación y comunicación, ya que se ha trasladado el grueso de la actividad comunicativa a la mensajería instantánea. Los síntomas de este trastorno son sensación de ansiedad, taquicardia, pensamientos obsesivos, mal humor, dolor de cabeza e incluso molestias estomacales. Según los expertos, el nomofóbico suele ser una persona insegura y con baja autoestima, con dificultad en las habilidades sociales y de resolución de conflictos, y que en su tiempo de ocio sólo usa el móvil y parece incapaz de disfrutar sin él.

 

3. Depresión de facebook

 

Es consecuencia de un tipo de distorsión cognitiva que lleva a pensamientos irracionales. Las páginas de Facebook pueden hacer que los  usuarios se sientan peor si creen que su vida no está a la altura de la de sus contactos en base al número de visitas, mensajes actualizados y fotos de personas aparentemente felices. Las personas afectadas por la denominada "depresión de facebook" estarían en riesgo de aislamiento social o tendrían poca autoestima, lo que se sumaría a una gran cantidad de tiempo invertido en la red social. Gwenn O'Keeffe, coautora de un estudio sobre la depresión de facebook afirma que "Facebook provee una visión distorsionada de lo que en verdad está ocurriendo y promueve una atmósfera de competitividad social". No obstante, no todos los especialistas coinciden en los efectos negativos de la popular red social. La experta en medicina adolescente Megan Moreno, de la Universidad de Wisconsin (EE UU), ha asegurado en declaraciones a Associated Press que la utilización de Facebook puede mejorar la percepción de la conexión social entre los jóvenes equilibrados y tener el efecto contrario entre aquellos propensos a la depresión.

Sea Facebook u otra red social, el usuario presenta sentimientos de inferioridad y sensación de que su vida es menos interesante que la de los demás. Se pierde el contacto con la realidad y la imaginación juega un papel determinante a la hora de interpretar lo que vemos.

4. Phubbing

Phubbing es el término utilizado para describir la nueva tendencia social, cada vez más común, en la que las personas prefieren prestar más atención a su móvil  que a la conversación cara a cara con sus acompañantes. Resulta de la combinación de las palabras phone (teléfono) y snubbing (hacer un desprecio). El término apareció por primera vez en el Mcquarie Dictionary de Australia en 2008.

El phubbing está considerado como una práctica de imitación y reciprocidad: si nuestro acompañante nos ignora repetidamente, nosotros acabamos haciendo lo mismo.

Varoth Chotpitayasunondh y Karen Douglas son dos investigadores de la Universidad británica de Kent que han analizado este comportamiento. Aseguran que son mas propensos a cometer phubbing aquellas personas con bajo autocontrol, por lo que suelen presentar adicción al móvil, entre otras adicciones. 

Se trata de un problema que puede darse en la pareja, entre buenos amigos o familiares, teniendo consecuencias importantes como predisposición a la depresión u otros problemas relacionados con el bienestar y el equilibrio mental.

5.Ciberdondría

La cibercondría sirve para describir a un individuo  hipocondríaco que navega por la red con la obsesión de encontrar la enfermedad con la que se corresponden los síntomas que padece o cree padecer. No se trata de una simple consulta en Internet, sino que la búsqueda está basada en su percepción errónea de estar enfermo y la necesidad de comprobarlo accediendo a información con el objetivo de encontrar la enfermedad con la que se corresponden los síntomas que padece o cree parecer. La persona con cibercondría o hipocondría digital asocia molestias leves o que no revisten gravedad a una enfermedad grave. La facilidad e inmediatez para acceder a esta información consultando internet a través del smartphone ha hecho que aumente el número de cibercondríacos entre los usuarios de los dispositivos móviles.

6. Efecto Google

El efecto Google afecta al uso de la memoria. Según el estudio "Google Effects on Memory: Cognitive Consequences of Having Information at Our Fingertips," publicado en la revista Science, la utilización de motores de búsqueda online como Google ha provocado que poco a poco las personas recordemos menos cosas y en su lugar optamos por buscar la información en internet. (Betsy Sparrow . Universidad de Columbia. 2011). Sparrow y su equipo demuestra que la confianza en poder encontrar un dato relaja el esfuerzo para recordarlo. En el experimento realizado, cuando los participantes no sabían las respuestas a las preguntas automáticamente pensaron en su ordenador como el lugar para encontrar esa información. Además, descubrieron que si los participantes sabían que la información podría estar disponible en otro momento (se les dió la posibilidad de almacenarla en una base de datos) o que podrían volver a buscarla con la misma facilidad, no recordaban tan bien la respuesta como cuando creían que la información no estaría disponible. 

El estudio sugiere que la población ha comenzado a utilizar Internet como su "banco personal de datos" y los dispositivos electrónicos con conexión a motores de búsqueda online se han convertido en una especie de sistema de "memoria externo" al puede accederse a voluntad del usuario y al que la memoria humana se está adaptando. 

En definitiva, hacemos más esfuerzo en recordar dónde se podía encontrar un dato que en recordar el dato en sí. La existencia de buscadores permiten buscar todo tipo de datos e influiría, pues, en los hábitos de la memoria. Inconscientemente hacemos menos esfuerzo para recordar una información que sabemos donde consultar.

7. Síndrome FOMO

El "Síndrome FOMO" ("fear of missing out) es el miedo a la exclusión, en este caso por no disponer del último smartphone del mercado, desconocer las tendencias imperantes en redes sociales, haberse perdido un vídeo tremendamente popular en YouTube, mensajes, eventos online en directo y similares.

8. Adicción

Una acción o afición se considera  adicción si la frecuencia o cantidad de tiempo/dinero invertidos condicionan negativamente las relaciones personales, laborales o de salud de la persona afectada. Una adicción se caracteriza por la interferencia negativa grave en el día a día  y por la dependencia psicológica respecto al objeto de la adicción, en este caso el dispositivo móvil y sus utilidades.

Es especialmente frecuente en aquellos usuarios de las redes sociales que mandan mensajes continuamente o para consultar si hay algún mensaje nuevo de sus contactos. Como ocurre con cualquier adicción, la expectativa de tener nuevos mensajes,  correos electrónicos, estar al día con las últimas noticias o tendencias o hacer compras on-line entre otras acciones facilitadas por las aplicaciones, activan el mecanismo de recompensa del cerebro basado en la liberación de dopamina, que induce a los seres vivos a reiterar en conductas gratificantes. El circuito del placer recorre un conjunto de estructuras cerebrales en torno al sistema límbico, en donde se liberan unas sustancias químicas (las endorfinas y la dopamina especialmente) cuando se siente placer. Todas las conductas adictivas están reguladas inicialmente por su aspecto placentero, pero terminan por ser controladas por el alivio del malestar emocional y, en caso de experimentar "síndrome de abstinencia", se puede producir insomnio, irritabilidad, abandono y descuido de responsabilidades o actividades cotidianas, estado de ánimo disfórico o inquietud psicomotriz.

Sin embargo, a pesar de los intentos de los defensores de sus existencia, la comunidad médica y las fuentes oficiales han rechazado en repetidas ocasiones que dicha patología exista. 

BIBLOGRAFÍA / WEBGRAFÍA

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